Nuestro último día del
viaje nos planteó dudas sobre qué visitar, unos queríamos ir a la cercana
ciudad de Potsdam, a 35km de Berlín y con muy buena comunicación de tren.
Otra parte del grupo
quería ir a un mercadillo que ponen todos los domingos y pasar el día en la
ciudad.
Elegimos al final la 2ª
opción y nos encaminamos hacia el mercadillo de Trödelmarkt Boxhagener Platz, para llegar estación de metro Frankfurter Tor o de trenes
y metro Warschauerstr.
Este mercadillo está muy
animado y puedes encontrar de todo, desde antigüedades, ropa, calzado y muchas
cosas más.
Todos acabamos comprando,
yo salí de allí con un bolso hecho con lana del Nepal que cada vez que lo uso
en Sevilla acaba lloviendo, digo yo que la lana de las ovejas nepalíes atraerá
la lluvia :)) y con un abrigo de
astracán (pido perdón a los que no les gusten las pieles) pero 50 euros por él
era una oferta irresistible.
Cuando acabamos de ver
todos y cada uno de los puestos yo decidí que volvía al hotel para dejar las
compras, acabé repartiendo compras por las habitaciones de mis compañeros,
menos mal que mi prima me ayudó en la carga.
De esta forma cuando
volvimos al centro el grupo se había separado y al final fuimos 4 para pasar
juntas el domingo en Berlín.
¿Qué hacemos?, nos
planteamos un día tranquilo sin prisas ni horarios, almuerzo en un hamburguesería
cerca de la catedral, entramos después en el hotel Radisson para contemplar el AquaDom.
http://es.wikipedia.org/wiki/AquaDom
El gran cilindro de AquaDom |
Paseamos después por el
barrio del Museuminsel, sus casa fueron reconstruidas después de la guerra.
Nuestros pasos nos
llevaron al barrio de Mitte y a la famosa avenida de Unter den Linden (literalmente
bajo los tilos) y así es en efecto, la
avenida está repleta de estos árboles. Está llena de edificios barrocos y
neoclásicos.
Nos paramos en sus innumerables
tiendas, en una de ellas dedicada a adornos navideños compramos algo.
Nuestros pies pedían un
descanso y que mejor lugar que el café donde Einstein lo solía tomar, ¿adivináis
su nombre? !exacto¡ Café Einstein, Unter
den Linden nº 42, es de estilo vienés y sus gran variedad de cafés y repostería
es famosa, nosotras podemos dar fe de lo buenísima que estaba su Apfelstrudel (strudel de manzana) acompañado
con nata y su excelente café y delicioso chocolate caliente. El local estaba
lleno hay que tener paciencia para coger mesa, pero la espera vale la pena.
mi café |
El café |
El chocolate irresistible |
Mi delicioso strudel |
Con el cuerpo entonado por la merienda, nuestros pasos nos llevaron a la Puerta de Brandemburgo, como ya
había oscurecido tuvimos otro imagen de la puerta y la plaza y decidimos
acercarnos hasta el Reichstag, nos llevamos la sorpresa de que aún estaba
abierto y la cola era razonable, nos decidimos a hacerla para visitar la famosa
cúpula del arquitecto británico Sir Norman Foster.
La entrada es gratuita,
actualmente para arreglar lo de las inmensas colas ya sólo se puede visitar
reservando la entrada, os dejo el enlace esta vez en francés ;))
http://www.bundestag.de/htdocs_f/index.html
La visita es amena,
la subida a la cúpula es espectacular y las vistas de la ciudad en la terraza
superior son increíbles, nosotras vimos el encanto de las luces en la noche de Berlín.
Puerta de Brandemburgo |
Cúpula de Norman Foster |
Abajo podemos ver los asientos del Parlamento alemán |
Tras esta visita
regresamos al hotel, pasamos de la cena, la merienda nos dejó sin hambre.
Mañana como cierre del
viaje os contaré algunas de las informaciones sobre la ciudad que nos explicó nuestra guía.
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