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jueves, 7 de junio de 2012

ABBAZIA DI CHIARAVALLE

Para moverme sin problemas por el transporte público compré el abono de 48 horas, te permite usar sin límite tanto metro como bus, lo validas la primera vez que lo uses y listo. 

La Abadía de Claraval se encuentra a unos 9 kms. de Milán, podemos ir combinado metro y autobús, yo lo hice así: Metro Línea 3 (amarilla) hasta Corvetto y al salir de la estación coger a la derecha cruzar la  calle y veréis unas paradas de autobús, allí tomad el nº 77. 

El trayecto incluido metro viene a durar 1 hora.

La abadía está en la calle Via Sant'Arialdo nº 102, no os asustéis cuando el autobús enfile una carretera rodeada de campo, Chiaravalle se encuentra en medio de la nada, cuando os bajéis del bus y miréis a vuestro alrededor toda la zona urbana os quedará lejos, allí sólo está la Abadía, pero conservemos la tranquilidad, el autobús pasa con una frecuencia de 30 minutos, siempre os podrá llevar de nuevo al metro y al bullicio, pero ahora disfrutemos del silencio y la paz que inunda este monasterio. 

ESTA ES LA VISTA AL BAJAR DEL BUS

LEJOS DE TODO

Esta abadía es del siglo XIII, de estilo gótico y pertenece a la orden religiosa de los cirtercienses. 

ENTRADA DE LA ABADÍA

IGLESIA

UNA DE LAS PUERTAS
Yo hice la visita muy temprano, la misa de las 8:30 h era con canto gregoriano, de ahí el madrugón, pero os puedo asegurar que escuchar a los monjes en el coro bien merece “levantarse al alba”.

Tras la misa me quedé en la iglesia viendo sus frescos del siglo XIV.








CORO

FRESCOS

INTERIOR 





















Al salir de la iglesia coincidí con la llegada de una señora que venía a confesar y con ella entré en la parte privada del monasterio. Pregunté al monje que nos recibió por la obra de arte más valiosa de la Abadía y me acompañó al claustro, la imagen es la Madonna della Buonanotte, (la Virgen de las Buenas Noches), esta pintura es de Bernardino Luini del 1512. Se llama así porque está situada en la escalera que da acceso a los dormitorios de los monjes y a ella le rezan antes de acostarse. No se puede subir a esta zona pero tuve una infinita suerte (creo que Fray Francesco- así se llama el monje- pensó que yo acompañaba a la señora y que quería rezarle a la virgen, porque me dejó subir y pararme ante ella). No me pareció muy correcto sacar la cámara para la foto ;).

CLAUSTRO

DETALLE CLAUSTRO

Si me acompañó amablemente mientras sacaba algunas fotos al claustro sin problema y al despedirnos me escribió en un papel el horario de misas del mes de Febrero, por si no lo dije mi viaje a Milán fue a principios de dicho mes. 

Le di las gracias y salí de nuevo a la Iglesia.


Es una visita que recomiendo, el lugar es tan tranquilo que te llena de paz y demuestra que Milán no se puede ver en un fin de semana, hay increíbles lugares muy cerca y muy desconocidos para los turistas, intentaré que como buen@s viajer@as no se nos escape ninguno. 

Después de nuevo autobús y metro, ¡vuelve a rodearnos el bullicio! 

Mañana os propongo una excursión al mayor lago de Italia “el Garda” y a un pueblecito varado en sus orillas, Desenzano di Garda.











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