VISITANDO ČESKÝ KRUMLOV

Al llegar nos encaminamos a Náměstí Svornosti, en esta plaza, centro del casco antiguo, además del ayuntamiento se encuentra el hotel que reservamos “Hotel Grand”.

Es un 4 estrellas muy bien situado, justo detrás está la catedral de San Vito.

Hotel Grand

Como organizar nuestro tiempo en este precioso lugar: 

Después de descansar de nuestro curioso viaje en tren

nos dispusimos a organizar la visita. 

En primer lugar y teniéndola tan cerca visitamos la Catedral de San Vito, es del siglo XV y posee una de las bóvedas de crucería más antiguas de Europa y frescos medievales. 

Al salir podemos subir por la calle Horní y ver el Colegio Jesuíta de 1588 (hoy convertido parcialmente en un hotel de lujo), ha destacar su fachada con los aleros esgrafiados y pintados. 

Estas fachadas esgrafiadas las encontraremos en más casas del casco antiguo.

Fachada esgrafiada

¿No os da la sensación que nos observan?

Estas calles alrededor de la plaza del ayuntamiento están llenas de tiendas y restaurantes para acoger a los grupos de turistas que visitan la ciudad en tours organizados, en su mayoría austriacos y alemanes. 

Český krumlov es Patrimonio de la Humanidad y se extiende sobre los cerrados meandros rocosos del Moldava, la ciudad antigua está rodeada por agua en tres de sus flancos, esto hace que el paseo sea muy agradable y las fotos únicas. 

En los rápidos del río se hace piragüismo y hay escuelas en la ciudad.

Meandro del Moldava

Nuestro paseo nos llevó al barrio judío, su sinagoga es neo-gótica del 1909, en 1945 fue usada como iglesia cristiana para las tropas americanas, actualmente están rehabilitándola.

En nuestro viaje comprobaremos, como siempre, que nuestros horarios de comida no son los que se estilan en el resto de Europa, eso quiere decir que a las 19:00 h estás cenando, es sorprendente como el cuerpo se adapta a estos cambios y hasta tienes hambre a esas horas de la merienda en España. 

Nosotras cenamos en un restaurante más alejado del bullicio turístico en nuestro camino de vuelta hacia el centro. 

Por supuesto siempre comida típica del lugar que visitamos, siempre hay algo delicioso que probar y que nos sorprende, comer burger de multinacional me parece un sacrilegio cuando tienes un mundo de sabores por descubrir.

Parte de nuestra cena

Después de la cena nos volvimos al hotel para descansar un ratito y salir a disfrutar la noche de Český krumlov, es ese momento cuando le das las gracias mentalmente a la persona que nos recomendó pasar allí una noche. Las calles no están tan pobladas de turistas, ya se han retirado las excursiones de un día y se puede disfrutar los sonidos y el frescor de la noche de verano. 

Yo la visité en Agosto coincidiendo con su famoso Festival Internacional de Música, que se celebra todos los veranos.

http://www.festivalkrumlov.cz/en

Tomar una cerveza en la terraza colgante del “Hotel Dvorak” en la calle Radniční 101, es todo un placer y hacerlo escuchando el jazz fundiéndose con el sonido del río se convierte en algo mágico.

Castillo Český krumlov 

Zona del castillo

Sin duda alguna el entorno hace que la noche de verano sea inolvidable.