Empezamos el día en casa de nuestros amigos con un desayuno tradicional japonés, es el que toman habitualmente las familias en Japón, para nosotras bastante copioso, aunque todo en pequeñas cantidades, además del té verde hay ensalada de algas, pescado asado, arroz y para terminar una sopita de miso.
Con el estómago más que lleno nos encaminamos al súper, para ellos, para nosotros todo un centro comercial.
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| Coche de Takao, cualquiera entiende el ordenador de a bordo |
Nos llamó la atención los aparcamientos tanto subterráneos como aéreos, rampas y rampas hacia arriba.
La verdad es que todo nos parecía curioso, cada planta del edificio estaba ocupada por diferentes artículos, moda femenina, masculina…
Nosotros hicimos un recorrido por todas para cotillear y paramos en la planta de moda femenina en la sección de kimonos, (el uso de esta vestimenta tradicional está recuperándose en Japón, los hay de muchos precios pero ninguno es barato), Takao quería regalarnos un kimono de verano a cada una, el mío es de color rosa está lleno de flores de cerezo y el de Rocío de color azul estampado de grullas.
Después pasamos por la sección de té, allí Rocío compró los elementos tradicionales para realizar la ceremonia del té y una pequeña tetera para un amigo.
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| Todo lo necesario |
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| Para la ceremonia del té |
Por último al súper puro y duro, nos sorprendió como colocan la comida, todo lo cuidan al detalle y hay infinidad de productos ya cocinados para llevar.
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| Para llevar |
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| Tempura |
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| Súper |
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| Con el carrito |
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| Uhmmm |
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| Hasta sushi |
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| Calamares secos |
Regresamos a casa a dejar las compras y nos marchamos a almorzar el lugar elegido por nuestros amigos, el templo Jindai-ji con un hermoso jardín y restaurantes.
Este templo fue construido en el 733 y es el segundo más antiguo de Tokio.
Esta zona es famosa por tener restaurantes de Osoba, nosotros almorzamos en el que más les gusta a nuestros amigos, el más antiguo del lugar y el agua que utilizan para la preparación del osoba proviene de una fuente natural. Al ser verano los tomamos muy fríos.
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| En el restaurante |
Tras la comida Toshi, Emiko y nosotras nos quedamos a dar un paseo. Takao y Jiro se marcharon para comprar algunas cosas más y recibir a nuestro cocinero particular, Kumachan que prometió preparar una cena exquisita.
La zona del templo está llena de pequeñas tiendas, en las tiendas del templo descubrimos una figura que se llaman Daruma, los hay de diferentes colores y cada uno sirve para pedir un deseo concreto. Toshi nos explicó que el Daruma no tiene los ojos pintados para que puedas pedir el deseo, cuando lo pides le pintas un ojo y cuando te lo concede le pintas el otro.
Nosotras compramos unos cuantos para casa y como regalo.
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| Adivinad qué venden |
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| Lo malo es no recordar lo que pediste y dejarlo tuerto :( |
Paramos para merendar en la pastelería de una amiga de Toshi (fue muy amable con nosotras y nos regaló un Daruma especial de protección en uno de sus ojos lleva escrito el nombre de Buda).
Además de un té helado pudimos probar el dulce hecho con azuki que es una legumbre roja que cuecen en almíbar.
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| Con el nombre de Buda |
Después regresamos a casa, ducha y con la ayuda de Emiko estrenamos nuestros kimonos para la cena que resultó ser verdaderamente exquisita, Kumachan cocinó entre otros platos, unas caracolas riquísimas y una calabaza muy sabrosa.
Nuestro próximo destino será Kioto.
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