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lunes, 3 de septiembre de 2012

GEISHA, SÓLO EN OCCIDENTE, KYOTO, JAPÓN


Nuestros amigos nos explicaron la realidad del “momento” Geisha.
El término Geisha no existe en Japón, para los japoneses este término es un error de los occidentales que no entendieron el mágico mundo de las Geikos y Maikos.
Después de la II Guerra Mundial, el país estuvo ocupado por las tropas americanas, y sus altos mandos pudieron disfrutar de las veladas amenizadas por estas artistas femeninas, pues esto son en realidad, nada que ver con el término que en occidente nos hace pensar en prostitución de lujo. Estas mujeres eran y son libres de elegir a sus amantes.
Por supuesto que en Japón existe la prostitución pero nada tiene que ver con las Geikos.
Para llegar a ser una Geiko existen escuelas,las aprendices son conocidas con el nombre de Maiko. Tras años en los que se estudia tanto teatro clásico, canto y música tradicional se pasa un examen para llegar a la categoría superior.
Antes de la guerra existían muchas escuelas y barrios de Geikos pero después desapareció de la mayoría de las ciudades y hoy en día sólo en Kioto siguen existiendo escuelas y el barrio de Pontocho, lugar de residencia de las casas de Geikos.
Por todo esto,nos comentaron que les resulta incluso insultante que se use el término geisha.

http://es.wikipedia.org/wiki/Geisha


Nos cambiamos de ropa y nos llevaron a nuestra cita.
En el barrio más tradicional de Kioto hay talleres que te visten y maquillan como una Maiko, nunca como una Geiko, sería considerado una falta de respeto hacia estas profesionales. 



Existen diferentes precios pero esta experiencia es cara, al cambio sobre unos 110 a 250 euros por persona, según la sesión de fotos que elijas, pero desde luego es algo irrepetible.




A nosotras nos llevaron a  http://www.maiko-kibun.com/index.htm



El plan D (porque quería que nos tomasen fotos extras en la casa de otra amiga que reside en el barrio antiguo) y el CD con la sesión de fotos a cada una, fue el elegido por Miyako para ella fue un placer que aceptáramos su regalo y para nosotras todo un honor.



Este taller se encuentra situado en el barrio de Gion en una casa tradicional. 


¿Cómo es el proceso?, primero te reciben con un té helado, os recuerdo que mi viaje fue en Agosto, después pasamos a la parte de peluquería, eligen una peluca para ti y la colocan, para el punto final utilizan tu propio flequillo para que parezca más natural, a mi me pusieron tinte del que se va en un lavado porque no soy morena. 

Una vez colocada la peluca empieza el maquillaje, una crema base y después te pintan toda la cara de blanco, el cuello y parte  superior de los hombros ,dejan la parte de la nuca visible. Tras esto llega el momento de los ojos, rasgados y con lápiz negro, te dan toques de rojo. Y para los labios rojo.

El maquillaje se lleva una hora más o menos, después llega el momento de la ropa. 

En la parte superior se encuentra la zona de vestir con los kimonos y todos sus complementos. 

Os aseguro que si el maquillaje es sorprendente, el poder elegir el kimono que desees es mágico. Una señora te va sacando kimonos y kimonos según tus indicaciones (en este caso eran traducidas por nuestras amigas) mi cortito japonés sólo me daba para  decir el color que quería y poco más :))

En verdad no llevas un kimono si no TRES, os cuento: 

Primero te colocan un kimono blanco interior, sobre él te colocan otro de un color que combine con el kimono elegido, pero de una tela más recia y entre éste último y el kimono exterior de seda te colocan un cojín plano sobre el abdomen. 

Una vez colocado todo te queda la colocación del Obi, una especie de faja de seda. 

En este momento es cuando puedes elegir también los complementos del kimono, las kanzashi (agujas para el pelo), están hechas con materiales naturales, concha, ébano, marfil… 

El Pelo de las Maikos va siempre más vistosamente adornado que el de las Geikos. 

En los pies te colocas unos tabis (calcetines de algodón que separan el dedo gordo del resto, para poder meter el pie en las getas). 

Nosotras nos calzamos unas getas, no planas, tenían un tacón en forma de cuña, bastante alto. 

Y como punto final, un bolso tradicional. 

Una vez acabadas de vestir, tras casi otra hora, comprobamos como el kimono resalta las partes del cuerpo femenino más sensuales para un japonés, el cuello, los tobillos y las caderas. 

Tras esto llegó lo más difícil, andar con el kimono y esas altísimas getas, vestida así se comprende el pasito corto que dan las japonesas cuando llevan su traje tradicional, si das el paso más largo literalmente te caes.

Acompañadas de nuestros amigas, de nuestro amigo Takao y el fotógrafo profesional con su ayudante nos dispusimos a recorrer Gion para nuestro reportaje fotográfico. El profesional nos fue parando en diferentes lugares del barrio y mientras Takao nos hacía las fotos del making off, el profesional nos hizo el book oficial ;))

Posando

Una maiko

Making off

En la puerta de María

Mismo lugar





Horno tradicional













Casa de María
Posando con la pagoda al fondo






Atención a las getas











Otra Maiko






Dos Maikos en la puerta de María






























La verdad es que lo pasamos genial posando, incluso fuimos fotografiadas por los turistas que nos cruzamos,(el montaje era como para pasar desapercibidas, vamos). 







El fotógrafo no para



Nos hicimos fotos en la casa de una nueva amiga que nos presentaron, su nombre María(es japonesa pero se convirtió al cristianismo y se cambió de nombre), su casa en el barrio de Gion es tradicional y quedaba muy bien para el reportaje, la pagoda que se ve en las fotos es del templo que está al lado de la casa de María. 

Una hora de fotos después, volvimos al taller para quitarnos el maravilloso kimono y todo lo demás, una ducha y un helado nos ayudó a recuperar el aliento. 


Después de vuelta a casa de María, nos había invitado a cenar, nos esperaban los mejores Obento de Kioto. 


Delicioso Obento


Nuestra cena




Cansadas pero maravilladas por la experiencia regresamos al hotel.








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