Nuestra siguiente visita no llevó a 41 km. de Kioto, nos marchamos en autobús a Nara.
Esta ciudad fue capital de Japón en época medieval, fue sustituida por Kioto, es uno de los destinos turísticos nacionales, por sus templos antiguos y su buen estado de conservación.
Sus templos son Patrimonio de la Humanidad desde 1998.
Pero Nara tiene otro foco de atracción, sus ciervos sika, está libres por todas las zonas verdes de la ciudad y son tan dóciles que puedes darles de comer y acariciarlos, es un espectáculo verlos moverse a sus anchas entre los visitantes. Nuestra primera parada fue para pasear entre estos pequeños ciervos, son símbolo de la ciudad y sus caritas las puedes encontrar en la mayoría de souvenirs.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ciervo_sika
En el Parque de Nara puedes pasear con ellos, eso sí tened cuidado con vuestra comida, superan al oso Yogi en su pericia por robarla.
En el parque |
fijaos en sus caritas |
Yo soy más miedosa |
Después nos encaminamos al templo de Todai-ji, este templo budista ostenta el record de ser la construcción en madera más grande del mundo y es lógico si pensamos que alberga en su interior la estatua de Buda más grande que hay bajo techo (Japón cuenta también con el Buda más grande exterior, está en Kamakura).
En el sintoísmo los ciervos Sika son considerados mensajeros de los dioses, son protegidos como un tesoro nacional y en este templo también pasean a sus anchas.
Las dimensiones del edificio te sorprenden pero es al entrar cuando puedes apreciarlas, la estatua de Buda mide 16 m. de altura y nuestra visita coincidió con el momento en el que los monjes limpiaban la estatua, es algo impresionante ver a 5 personas sobre la palma de la mano de Buda.
Todai-ji |
para que veáis las dimensiones |
Otro edificio del templo |
El gran Buda |
el de detrás con camisa blanca pasó |
Nosotras fuimos testigo de cómo lo cruzó un hombre. Tras él quisimos hacerlo nosotras, a Toshi casi le da un infarto sólo de pensarlo estaba segura de que tendrían que venir los bomberos a sacarnos, no lo intentamos ese agujero no está hecho para caderas occidentales, ya llegaremos al Nirvana por un camino menos rápido J
Paseamos por los jardines del templo y nos marchamos a otra zona de la ciudad, almorzamos en un pequeño restaurante, donde los comensales felicitaron a Takao y Toshi por la destreza con la que nosotras manejamos los “hashi”, palillos para comer.
El siguiente templo a visitar fue Horyu-ji, es uno de los templos más antiguo y venerados de Japón, algunas de sus estatuas de madera son las más antiguas del mundo, son del siglo VII.
La Pagoda de 5 plantas de este templo es el edificio más antiguo del país.
Pagoda de Horyu-ji |
En este templo está una de las estatuas más veneradas de Buda, el llamado Yakushi Nyorai, esta es la faceta sanadora de Buda. Son muchos los japoneses que vienen a escuchar las oraciones sanadoras de los monjes de este templo.
Delante del Buda Sanador |
El templo cuenta con un pequeño museo donde podemos ver algunas de las estatuas más antiguas.
Un altar |
De regreso a Kioto nos esperaba un paseo muy especial para despedirnos de esta ciudad nos llevaron a cenar a Pontocho, el barrio de las Geikos. Aquí se rodó la película Memorias de una Geisha.
Tuvimos la suerte de cruzarnos con una Maiko y pasear frente a la casa de la Geiko más famosa de Kioto.
Nuestra cena |
Desde la mesa podemos ver la cocina |
Desde la terraza del restaurante |
Letrero informativo de Pontocho |
Casa de Geiko con su nombre |
Otra casa de Geiko |
La arquitectura es tradicional |
Al día siguiente nos marchamos a Tokio, nos quedó en la retina y en nuestra cámara las imágenes de esta hermosa ciudad.
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