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lunes, 17 de septiembre de 2012

BULLDOG Y NEONES ROJOS, AMSTERDAM

Desde nuestra ciudad hay varias compañías que vuelan hasta la capital de Los Países Bajos, utilizamos la filial low cost de Iberia. 


El vuelo dura menos 3 horas, directo. 


Desgraciadamente en la actualidad los vuelos de esta compañía son con 1 escala en Barcelona, directos sólo los tiene la compañía del irlandés. 


La llegada es  a Amsterdam (Schiphol), sin salir del aeropuerto podemos coger un tren que nos dejará en la estación de tren Amsterdam Central, si no queréis hacer las colas de la taquilla tenéis la opción de comprar el billete en las máquinas expendedoras, os las encontraréis en todas las estaciones de tren del país, además de colas os ahorraréis algo de dinero, si las compras en la taquilla el mismo billete tienen un recargo de 1,50 euros. 


El trayecto a la ciudad dura unos 20 minutos. Para el alojamiento decidimos alquilar un apartamento en la página web que siempre utilizo ,




El propietario tuvo el detalle de recogernos en la estación y llevarnos al apartamento. 


El alojamiento estaba  estratégicamente situado, en una bocacalle del famoso barrio rojo y muy cerca de la plaza Dam. 

Seguro que os sorprenderán las dimensiones de las casa tradicionales en Amsterdam, son de fachadas estrechas y altas, esto es debido a los altos impuestos que tenían que abonar los propietarios en el siglo XVIII, para abaratarlo construían las casa con poca fachada. 

Todas las casas de esta época cuentan además con un altillo dónde se guardaban las mercancías, por eso todas las casas tienen en su fachada para colgar una polea que servía para meter los objetos voluminosos en las casas, por las escaleras es imposible, son demasiado empinadas y estrechas.
Apartamento



La escalera




Nuestra calle

Para subir mercancías
Una vez instaladas, bajamos a cenar, en nuestra calle hay multitud de pequeños restaurantes, de todas las cocinas, elegimos comida india. 

Después era obligado el paseo por el Barrio Rojo, su origen se remonta al siglo XIV, en él se encontraban numerosas destilerías y casas de prostitución que eran frecuentadas por los marineros. 

Estas casas se señalaban con farolillos rojos de ahí su nombre, hoy en día el neón rojo ha sustituido a los farolillos pero el negocio es el mismo. 

Es una sensación bastante curiosa pasear por el barrio y ver los escaparates rojos con las chicas dentro. 

La prostitución es legal en Holanda, es un oficio más que paga sus impuestos. En el barrio también se encuentran el coffee shops más conocido del mundo, me refiero al Bulldog, es un lugar mítico y puedes tomar una estupenda cerveza, los porros para los turistas han pasado a la historia, el gobierno ha querido terminar con el turismo de drogas y desde 2012 los turistas no pueden adquirir marihuana en los coffee shops, sólo podrán seguir consumiendo los ciudadanos holandeses, yo visité Amsterdam antes de esta prohibición y pude cumplir uno de los “ritos” de todo turista. Siempre quedarán los pasteles y los chupachús de cannabis  J















Restaurante 

Barrio Rojo

Coffee shops

Sin prohibición

Acabado el paseo rumbo al apartamento a descansar, mañana seguiremos descubriendo esta hermosa ciudad.





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