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miércoles, 23 de enero de 2013

ALEJADOS DEL TURÍSMO, BÉJA Y DOUGGA. TÚNEZ.

Alquilamos un coche para recorrer por libre una pequeña parte del país, elegimos un citroën, el fin de semana nos salió por 201 euros y de consumo unos 60 euros, encontraréis muchas compañías de alquiler y en el mismo hotel os gestionan el coche.

Decidimos que nuestra primera excursión sería al norte del país y a una ciudad que no fuese turística, elegimos Béja a 173 km de Hammamet, para llegar hay que tomar dirección a la capital, Túnez, y después  tomar la carretera P5.
Os dejo el enlace de google maps.




La ciudad  que visitamos fue fundada probablemente en el siglo VI a. C. era conocida con el nombre de Vaga, desde la antigüedad fue un importante mercado de cereales y en la actualidad es una rica población agrícola especializada en el cultivo de remolacha.

Para nosotros esta visita nos acercó a las raíces tunecinas sin interferencia de turismo alguno, cuando llegamos nos dirigimos a la ciudadela, el centro urbano y lo primero que llamó nuestra atención fue una iglesia, convertida en Casa del Pueblo.
Béja también es famosa por las numerosas mezquitas que tiene.
Al salir de la iglesia reconvertida, tomad la calle Kheireddine, es un lugar muy animado con tiendas de todo tipo, pero nada de tiendas turísticas, son los típicos comercios de la gente de la ciudad, podréis comprar desde vasos para té, pasando por todo tipo de legumbres  y lo más impactante sus carnicerías, para saber que tipo de carne venden solo tienes que mirar la cabeza del animal que tienen colgada en la puerta.

Carnicería de Béja
Fue una sensación extraña ser los únicos extranjeros que paseaban por esas tiendas y pude comprobar en mis propias carnes el papel de la mujer en esta sociedad rural, os lo cuento: En el grupo yo era la que mejor hablaba francés, por lo tanto cada vez que alguien quería comprar, era yo la que conversaba con el comerciante de turno, ahí ningún problema,  pero !!!ahhh¡¡¡  la cosa cambia cuando la mujer pide algo que no le corresponde, me explico, uno de mis amigos quiso comprar tabaco y como no,  allí que fuí yo a preguntarle al vendedor, jamás me he sentido tan ignorada en mi vida, esa persona miraba para cualquier lado menos a mi, y por supuesto no me contestaba, y yo venga a repetir que quería tabaco, fui la comidilla de la calle, cuando vi que todos los comerciantes de alrededor no perdían detalle del momento comprendí, me ignoraba por ser mujer y querer comprar tabaco, tuve que llamar a mi amigo para que se acercase y cuando le dije al vendedor que el tabaco era para él, que no hablaba francés y por eso yo se lo pedía, todo cambio, así sí me vendía el producto :O
No queríamos pueblo autentico ¡ pués tres tazas !

Después del paseo decidimos almorzar antes de continuar nuestra excursión, lo hicimos en el restaurante  Hannibal cerca de la estación de tren de la ciudad.


http://www.commune-beja.gov.tn/fr/presentation_ville/zones_touristiques.htm#

Decidimos continuar el viaje sin ruta fija, bajar por el oeste del país acercándonos a la costa, este deambular sin rumbo fijo nos llevó a un lugar totalmente inesperado, las ruínas de una ciudad romana del siglo II a.C. toda una sorpresa, cuando nosotros llegamos bien entrada la tarde en el lugar no habíamos más de 10 personas visitando las ruínas, supongo que por la mañana algunos autocares de turístas harán la visita, para llegar hasta allí tenéis que tomar dirección a la ciudad de Teboursouk y preguntar cómo llegar a las ruínas a los amables habitantes, os espera un camino de tierra de unos 4 km, aunque parecen 20 por las condiciones en que está.
La entrada  cuesta al cambio 2 euros y 0,50 céntimos por el derecho a fotos.
Entrar en estas ruínas es retroceder en el tiempo, puedes pasear libremente por todos los recintos, comprobar la acústica de su maravilloso anfiteatro y perderte por los túneles de sus templos.
Este mágico recorrido os dejará fotos estupendas y más si coincide vuestra visita con el atardecer como fue nuestro caso.

Templo de la Fortuna , Dougga

Templo de Tellus, Dougga

Relajarse aquí , no tiene precio. Dougga

 
Para regresar a la costa decidimos ir hasta la capital por carreteras secundarias... error... llegó un momento que perdidos, preguntamos a los lugareños si íbamos en buena dirección y nos contestaron que no, estábamos a menos de 20 km de la frontera con Argelia, recomendándonos volver sobre nuestros pasos hasta Túnez capital antes que intentar acortar por carreteras secundarias, nos dijeron que anocheciendo era muy fácil perderse y acabar en el desierto.
Por supuesto seguimos ese amable consejo 
Rebaño de dromedarios, camino de vuelta


























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