Hoy cierro la serie de entradas dedicadas a la ciudad de Roma y sus Basílicas Mayores.
La cuarta es la mayor de todas, la Basílica de San Pedro.
LLegar a este lugar no supone dificultad, en Roma todos los caminos conducen al Vaticano ;))
Para visitar este edificio debemos armarnos de paciencia, la entrada es como estar en el aeropuerto y pasar el embarque, colas y arcos de seguridad nos esperan.
Y tened en cuenta vuestra vestimenta, en verano se suele ir más liger@s de ropa y he sido testigo de algunas personas que una vez pasada la seguridad , no han dejado entrar en la Basílica sin cubrirse.
Para disfrutar de la visita yo la primera vez le dediqué todas una mañana, no sólo es San Pedro también están los Museos Vaticanos, donde encontraremos grandes colas, que se pueden evitar si reservamos online nuestras entradas, por ello os recomiendo empezar temprano por este lugar y continuar después con la Basílica.
Los Museos Vaticanos son impresionantes, tanto las grandes obras pictóricas como las esculturas os dejarán sin aliento y por supuesto visitar la Capilla Sixtina y sus maravillosos frescos.
La visita a la Basílica la podeis dividir por espacios, tened en cuenta los horarios para que podais hacerla completa.
La Basílica y la cripta de las tumbas de los papas son gratis, para subir a la cúpula hay que pagar.
Yo las tres veces que la he visitado suelo seguir el mismo recorrido, primero las tumbas de los Papas después la subida a la cúpula y por último la Basílica. En la necrópoli encontraremos desde la tumba de San Pedro hasta la de Juan Pablo II, en la Basílica también hay Papas enterrados como es el caso de Juan XIII.
La subida a la Cúpula la podemos realizar por un patio lateral, nos costará 5 euros si subimos a pie (551 escalones), 7 euros en ascensor, pero nadie te quita los 320 escalones finales de la cúpula :)
A mitad de la subida dejas un ascensor para tomar otro y es en ese momento cuando puedes asomarte al interior de la Basílica desde las alturas, cuidado con el vértigo es una sensación increible ver desde esa altura la inmensidad del edificio.
El tramo de subida más curioso y angustioso a la vez, es el tramo final de la cúpula, al subir la escalera va girando y no puedes tener dudas de que esos giros son la cúpula propiamente dicha.
Tomaos esta subida final con calma, al salir os espera una hermosa vista de la Plaza de San Pedro y la ciudad de Roma.
Desde este lugar también podreis echar un vistazo al interior de este pequeño país.
En la terraza superior hay una tienda de souvenirs.
Al bajar nos queda la visita a la Basílica, sus dimensiones son fantásticas, en nuestro paseo nos encontramos con muchas de las obras de arte estudiadas, el Baldaquino de Bernini, la Piedad de Miguel Ángel...
No os marcheis de este templo sin tocar el Agua Bendita que se encuentra en las "pequeñas pilas" con sus hermosos ángelitos :))
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Agua Bendita |
Os dejo un enlace sobre esta Basílica,