Retomamos nuestro vuelo sobre Bélgica, la excursión que os propongo nos acercará a las ciudades de Lovaina y Malinas.
Lovaina:
Situada a 25 km. de la capital belga y con muy buenas comunicaciones, cada 30 minutos sale un tren hacia ella, el transporte en autobús también cuenta con buenos horarios, nosotros elegimos el tren, la estación de destino es muy moderna y está cerca del centro.
Esta villa es considerada la ciudad universitaria por excelencia el Bélgica su Universidad se fundó en 1425, cada año más de 30.000 estudiantes realizan aquí sus carreras , no en vano Erasmo de Rotterdam impartió clases en su Universidad.
Qué visitar:
Por supuesto su Grote Markt, cuyos edificios datan del siglo XV, situada en esta plaza se encuentra la iglesia de San Pedro, su origen se remonta al 986 d.C. tras varias reformas debido a incendios, podemos admirar su gótico clásico, pero su gran tesoro está dentro, me refiero a las obras del pintor flamenco Dierick Bouts " El Martirio de San Erasmo" de 1465 y "La Última Cena" de 1464.
También podemos ver una copia de la obra maestra de Roger Van der Weyden, "El Descendimiento" de 1443, el original está en el Museo del Prado.
En la plaza podemos visitar los sótanos del Ayuntamiento, un edificio impresionante.
Por su ambiente festivo la Grote Markt es llamada también "el mayor bar de Europa" a ello contribuye el ambiente estudiantil.
Y como punto final de nuestra visita, una cerveza.
Podemos elegir entre dos afamadas marcas: Domus y Stella, ambas tienen su fábrica en esta ciudad.
Desde Lovaina tomamos el tren a la vecina ciudad de Malinas, está a sólo 26 km, podéis pasar la tarde recorriendola antes de regresar a Bruselas.
La ciudad de Malinas es famosa desde la antigüedad por sus carrilones, en especial el de la Catedral de San Rumoldo que cuenta con 49 campanas.
La torre de esta catedral está declarada por la UNESCO como Patrimonio del Mundo y podemos subir a ella, eso sí, 500 escalones nos separan de las maravillosas vistas que podemos disfrutar desde su altura.
En esta ciudad está ubicada la Escuela de Carrillón, muchos concertistas de carrillón de todo el mundo han aprendido en ella los secretos de ese difícil arte.
Una visita curiosa es la del Museo Het Zotte Kunstkabinet, está situado en un edificio histórico donde en su tiempo residió la suegra del pintor Pieter Bruegel, en él se pueden encontrar extrañas obras de pintores del S. XVI.
Y para despedirnos de Malinas nada mejor que una cerveza, pero esta vez se trata de una cerveza Imperial, os lo explico:
El Emperador Carlos I de España y V de Alemania residió en esta ciudad mientras finalizaba su educación, se alojó en casa de su tía Margarita de Austria, durante su estancia se aficionó a una cerveza de Malinas, tanto era su gusto por ella que estuviese donde estuviese, se hacía servir en su mesa esta cerveza.
La fabrica la cervecería Het Anker, tiene varias producciones , pero mantiene una muy especial, la receta del siglo XIV que tanto gustaba al Emperador, si queréis probarla su nombre es Gouden Carolus Ambrio.
Sintiendonos emperador@s regresamos a Bruselas, mañana descubriremos la parte Valona de este pequeño país.
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