Nuestra llegada es al aeropuerto de Dublín, llamado Collinstown, situado a unos 30 minutos del centro, para desplazarnos podemos optar por el taxi, autobuses urbanos, tres líneas llegan al aeropuerto, los nº: 16, 41 y 102.
Éstos tienen muchas paradas y a su lentitud debemos unir el inconveniente de transportar nuestro equipaje, yo os aconsejo las empresas de autobuses directos, Aircoach y Airlink 747, la primera de ellas hace tres paradas en su recorrido y opera las 24 h del día y la segunda sólo hace una parada, en O'Connell Street (la arteria más importante de Dublín), pero su horario no es de 24 h.
Los precios van desde los 6 euros por trayecto a 12 euros ida y vuelta.
En media hora nos encontraremos en el centro de la ciudad.
En O'Connell Street nos recibe una inmensa aguja de 120 metros de altura, considerada la más alta escultura del mundo, su base mide 3 metros y se estrecha hasta 15 centimetros en su final.
Su nombre oficial, Monument of light (monumento de la luz), aunque todo el mundo la conoce como el Spire.
La capital de La República de Irlanda nos ofrece la oportunidad de mejorar nuestro inglés, encontraremos numerosas academias que ofrecen cursos intensivos a un precio muy competitivo.
Muchas de ellas ofrecen el alojamiento y las clases.
Os dejo el enlace de la que conozco y otro enlace de una empresa sevillana que organiza paquetes de inmersión lingüística.
Mi alojamiento estuvo en un hostel de la cadena Generator, cómodo, bien situado, con instalaciones buenas.
Se encuentra en parte del edificio de la antigua destilería del whisky Jameson.
Una vez alojados, en la próxima entrada empezaremos a descubrir esta vibrante ciudad.